miércoles, 14 de octubre de 2009
Historia de nuestra tierra.... Nod valley of Astaroth - parte 2
Hace mucho, mucho tiempo, en los tiempos antiguos de los hombres, existió un lugar llamado Tierra de Nod. Esta hermosa ciudad fue en sus origenes lugar que sirvió de hogar para desterrados y malditos... allí vivía Lilith, primera esposa de Adan, maldita por querer vivir una libertad que creia no tener en el Eden, y feliz por vivir libre, aunque en la Oscuridad. Y allí fue desterrado tambien Caín despues de cometer el asesinato de su hermano Abel. Nod fue la cuna de la Raza de la Noche, según cuentan las leyendas... hay quien asegura que recibió su no-muerte como un regalo de manos de Lilith, que lo amaba, y no se negó a su peticion de beber de su sangre.
Otros cuentan que aquello no fue un regalo, sino una maldición, ya que Caín fue visitado por tres Angeles Emisarios de Dios, que le ofrecieron el perdón si lo suplicaba... Caín se negó y asi fue maldito por tres veces, convirtiendose en no-muerto. Pasado el tiempo Caín abandonó a Lilith y Nod, y vagó solo y maldito por la tierra, hasta que encontró un lugar donde los hombres, impresionados con sus habilidades, le hicieron rey. Pero terminó por sucumbir a la llamada de un instinto natural... deseó tener hijos, otros q fueran como él... y practicó el Abrazo, convirtiendo en lo que él era a aquellos que le eran preciados a su corazón. Así creó su familia... pero entre sus hijos tambien creció esa necesidad, y fue asi como Caín se hizo abuelo... pero surgieron las rencillas entre generaciones de vampiros, hubo luchas, y los no-muertos se dispersaron.
Algunos de los primeros y mas puros vampiros regresaron a Nod, compraron las tierras y fundaron las ciudades de Nod y Pavia. Se trataba de clanes de alta cuna; Toreador Antitribu, Ventrue Antitribu, Daeva Antitribu y True Brujah, que formaban entre ellos una gran familia llamada Sabbath. Pero dentro de esta familia tambien hubo una excision... los altos cargos abandonaron el grupo y fueron en busca de un nuevo lugar donde vivir, encontrandolo en la ciudad de Sabaoth.
Sin embargo, algunos Sabbath habian quedado en Nod. Habían decidido formar una nueva familia, Los Julii, que enamorados de la naturaleza humana habian decidido no viajar junto con el resto de los clanes.
Un buen dia, Nod amaneció iluminado por miles de luces... eran las luces de multitud de angeles que bajaban a la tierra, tambien expulsados del Reino Celestial por ser seguidores del Arcángel Astaroth.
Cuentan las leyendas, que fue el primer Arcángel creado por Dios, nació incluso antes que Lucifer, y tenia el encargo de velar los sueños de su Padre mientras éste dormía. Pero ocurrió que Dios hablaba en sueños; Astaroth quiso escuchar para tener todos los conocimientos que su Padre poseia y ser tan poderoso como Él era, y lo logró. Dios se enfadó porque Astaroth, tan sabio y poderoso como Él, le exigió gobernar el universo juntos.. ante tal presunción, fue expulsado y desterrado del Paraiso. Contrariado, Astaroth juró enmendar todo aquello que
Dios hacia mal, y así defender al mundo contra su tiranía. Y para ello, había reclutado gran cantidad de Ángeles que le seguían incondicionalmente y habia fundado una familia, un clan, donde sería el rey... engendró una hija, que cuando creció se convirtió en alguien sabio y fuerte digno de albergar el alma de Astaroth. Y así perpetuó su reinado por medio de ella.
Los Julii, encabezados por su lider, como buenos Toreadores admiraban todo lo bello.. y al ver aparecer en sus tierras aquellos seres de apariencia divina, quedaron cautivados por ellos. Se celebró una alianza entre las dos razas, con un objetivo común, luchar contra la injusticia con los pies en la tierra, luchar contra los enemigos que vinieran a destruir el impero que se estaba levantando de las ruinas.
Pasaron los siglos, las familias iban y venian, pero aquellos angeles siempre permanecieron en las Tierras de Nod.. y la familia crecio... de modo que el lugar pasó a ser de su propiedad, para llamarse Valle de Astaroth. Hoy en dia son tierras de paz y armonía.. aunque aun sigue siendo necesario escuchar el canto de los aceros para defenderlas.
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